«Ahora, y como siempre, confio en los portugueses y en su adecuado juicio. Ahora, y como siempre, yo confío en Portugal.» Así terminaba ayer, a las nueve y diez minutos de la noche de Lisboa -las diez y diez minutos en hora peninsular- el discurso de José Sócrates, ya ex-primer ministro de Portugal, en el que anunciaba su dimisión. Una dimisión ya tímidamente anunciada en el momento en que, el Parlamento portugués, rechazó el cuarto PEC (Programa de Estabilidad y Crecimiento) propuesto por el gobierno -en minoría- socialista.
Este cuatro programa de estabilización económica había sido presentado hacía menos de dos semanas en Bruselas (el día 11 de marzo), algo que no había sido del agrado de la opinión pública portuguesa, por el simple hecho de no presentarlo con anterioridad en el Parlamento y de no haber contado con la oposición en su elaboración. Este plan de austeridad pretendía garantizar la reducción del déficit portugués hasta el 2% en 2013, endureciendo la presión fiscal y recortando las pensiones más altas, asegurando así acabar el año en torno a un 4.6% de déficit.
Sin embargo, por un lado los partidos de tendencia marxista (con 31 diputados de 230) que han presentado propuestas en contra del PEC 4, y por otro lado la oposición conservadora, que hasta ahora había mantenido la abstención permitiendo así que se aprobasen los anteriores programas de austeridad, no han aceptado un nuevo plan de emergencia. Según pronunció anoche en su discurso Sócrates, se trata de «un mero calculismo político por parte de algunos partidos, que les preocupa más su ascenso al poder que la situación de Portugal». A pesar de todo, era la crónica de un rescate anunciado ya por países como Irlanda y Grecia.
Posteriormente, en parte de su breve discurso, el ex-primer ministro relató algunos de los problemas que generará la no aprobación de este nuevo plan de estabilización. Según afirmaba «esta crisis política en este momento tiene consecuencias muy graves sobre la confianza que Portugal necesita tener ante los mercados financieros», y continuó con la idea de que, un rescate por parte de la Unión Europea, sería mucho peor que tratar de resolver los «propios problemas».
Por último, cerró el discurso acusando a la oposición: «los que la provocaron [esta crisis de Gobierno] sin ningún fundamento serio, son ahora los responsables y se atendrán a las consecuencias». Lo que muchos se preguntan ahora en España es, si Portugal también ha caído a pesar de las medidas realizadas, ¿será ahora España la siguiente? En mi opinión, es imposible saberlo, aunque queda clara la importancia de la unidad del Parlamento y del Sentido de Estado frente al partidismo que, aquí, en el país vecino, también existe. Eso sí, en Portugal, si no se puede hacer más ni mejor, se dimite; algo que aquí no ocurre.
Añado el discurso íntegro (en portugués) de José Sócrates ayer y un pequeño clip (el más largo que he encontrado) traducido al castellano. Para ver el discurso íntegro doblado al castellano, pinche aquí.
Comentarios recientes